Cuatro científicos de la Fundación Miguel Lillo y una becaria de CONICET (INBIOFIV), junto a colegas del CRESS (Centro de Investigaciones para la Tierra y las Ciencias Espaciales) de la Universidad de York, Canadá, estudiaron la posibilidad de que el grano de quinoa pueda ser utilizado en viajes espaciales largos o en bases extraplanetarias. Detalles.