Bienvenidos a un capítulo más de la sección de entrevistas UEL. En esta oportunidad tenemos con nosotros a la Dra. Sara Bertelli, quien nos va a hablar un poco acerca de su recorrido como científica y de la ornitología.

 

Ambrosio Torres: Hola, Sara, primero que todo te doy las gracias por haber aceptado ser nuestra segunda invitada en Entrevistas-UEL. Te doy la bienvenida y empiezo por preguntarte ¿Cómo comenzó tu gusto por la biología (en especial por la ornitología)? ¿Qué te llevó a elegir esta rama de estudio? ¿fue un gusto propio o inspirado por algún profesional o por alguna experiencia?

Sara Bertelli: Creo que en mi caso la afinidad por la biología fue anterior a la de la ornitología. Vengo de un pueblo chico al sur de Tucumán y tuve una infancia en el campo, así que mis recuerdos de esa etapa se relacionan con jugar y disfrutar mucho de ese contacto diario con la naturaleza. El caso mas específico de las aves, surgió durante mi etapa en la Universidad, ya estudiando biología, al conocer otros estudiantes (mas que profesionales) que disfrutaban mucho de las aves específicamente desde pequeños (conocían sus cantos, las identificaban, etc) y compartir con ellos me llevo a descubrir mi afinidad por la ornitología.

 

AT: Desde tus comienzos en investigación tuviste la oportunidad de realizar viajes al exterior para perfeccionarte ¿a qué lugares fuiste? Y ¿Cómo fue tu experiencia en estos lugares?

SB: Empece viajando durante mi doctorado, cada año, en general tres meses a los Estados Unidos, a trabajar con Luis Chiappe, uno de mis directores de Tesis que vive allá (el otro era Pablo Goloboff), pero principalmente a estudiar las colecciones de aves de varios museos, que era imprescindible para mi Tesis. Estos viajes fueron posibles gracias a una beca doctoral de CONICET (algo que era poco común en los 90) y también becas para el estudio de colecciones que ofrecen estos Museos de EEUU. Al doctorarme en el 2002, ante la crisis económica en el país y la situación del CONICET aún más difícil que años anteriores (y hacia donde vamos de nuevo con las políticas actuales), tuve la necesidad de buscar una posibilidad laboral afuera para continuar con mi carrera. Así empezó un periodo de casi 10 años de becas posdoctorales en el exterior: en el American Museum of Natural History con Joel Cracarft (Nueva York), Natural History Museum of Los Angeles County con Luis Chiappe (Los Angeles) y los Museum für Naturkunde (Berlín) y Senckenberg Forschung Institute (Franckfurt) de Alemania con Gerald Mayr.

Mi experiencia profesional en todos estas Instituciones fue muy positiva, pero en lo personal las ciudades de Nueva York y Berlín son lugares en donde he vivido que llegaron a ser “mis otros lugares en el mundo”, ciudades con las que tuve una conexión desde que llegue y también la posibilidad y elección de permanecer mas tiempo, lo cual valoro que haya sido así, de hecho mi hija mayor nació en Berlín.

 

AT: ¿En qué etapa de la formación de un profesional crees que es mejor realizar estas estancias de estudio en el exterior? Y ¿por qué?.

SB: Yo creo que eso depende de varias situaciones, del tipo de proyecto de Tesis, de la extensión de las estancias en el exterior, de la situación personal y económica del país, etc . En mi caso, yo necesite consultar las colecciones de aves en los Estados Unidos para mi proyecto y por lo tanto empece mis viajes en esa etapa. Estas estancias eran cortas pero me ayudaron a conectarme con ornitólogos relacionados a mi tema de investigación que seguramente fueron conexiones importantes para mis becas posdoctorales luego, de estancias mas largas y cuyo comienzo estuvo relacionado con la situación aquí, la necesidad de emigrar. Yo recomiendo tener una experiencia en otro país, en otra cultura en general, no solo por la experiencia profesional, sino también por lo personal, que en mi caso fue de crecimiento en ambos sentidos.

 

AT: ¿Cómo fue tu regreso al país (a nivel profesional)? ¿Podrías comparar, desde tu visión, como está la ciencia en nuestro país frente al mundo (al momento de tu regreso y en la actualidad)?

SB: Mi regreso al país fue en un contexto muy diferente al del que existía cuando me fui que lamentablemente es mas similar al actual, es decir, me fui en el año 2002, así que se podría decir que aquel contexto es al que posiblemente nos dirigimos ahora, y ambos muy diferentes al que estábamos cuando regrese en el 2012. De hecho, mi regreso al país fue en el marco de un programa de repatriación de científicos (RAICES) del Ministerio de Ciencia y Tecnología (ex Ministerio lamentablemente), y me encontré aquí con financiamiento para investigación (PICT’s, etc.), equipamiento, becas postdoctorales, doctorales, etc… por eso mi sensación de impotencia y rechazo a aquellos científicos (incluyendo a los que atravesaron este proceso de mejora progresiva en el ámbito de la Ciencia del país) que votaron por “cambiar” ese proyecto y política de construcción, y bueno, así “cambiamos” a ser de nuevo una Secretaria de Ciencia y Tecnología, con un proyecto de presupuesto del gobierno para 2019 aprobado que implica un ajuste y reducción del gasto en Ciencia y Técnica del -30,6 % (en relación al 2015, ultimo año del gobierno anterior). Y si, cambiamos, para peor.

 

AT: Como curadora responsable de una de las colecciones ornitológicas más reconocidas a nivel nacional e internacional. ¿Cuál crees tu que es el rol de la valiosa información que preserva esta colección en el desarrollo científico local, regional, e incluso global?

SB: En mi opinión, el rol que tengo con respecto a la Colección Ornitológica Lillo es la de cualquier otro curador de colecciones científicas, es decir, la responsabilidad, como bien planteas, de que los ejemplares se conserven y mantengan disponibles a largo plazo, ya que estas Colecciones tienen que ser usadas para generar y validar conocimiento científico (que en nuestro caso se relaciona a la diversidad de aves), así que en definitiva como veo nuestro rol es el de servicio a la comunidad científica. La Colección Ornitológica Lillo cuenta actualmente con aproximadamente 16000 ejemplares de aves neotropicales, con 42 ejemplares tipos y la mayor parte de las especies de Argentina representadas (la representación en el NOA es completa a nivel subespecie inclusive).

 

AT: Según tengo entendido, se está armando una colección de un importante reservorio de tejidos frescos de distintas especies ¿cuál sería el provecho de mantener y enriquecer este tipo de colecciones?.

SB: Si, estamos desde hace un par de años (desde que empece a trabajar con la Colección a tomar muestras de tejidos de los ejemplares colectados para su uso en sistemática. La sistemática tradicional de aves se basa en caracteres de la morfología externa, entonces los ejemplares colectados años atrás solo se preparaban en piel para su uso taxonómico y el resto del ejemplar era desechado. Nosotros además de preservar muestras de tejido, comenzamos con la colección osteológica (de gran utilidad para ornitólogos y paleontólogos en diversos tipos de investigación), siringes (por su importancia en sistemática), contenido estomacal, y por supuesto en lo posible, de ejemplares completos preservados en alcohol. Es decir, no solamente agregamos la muestra de tejido junto a la piel, sino que tratamos de aprovechar al máximo posible al ejemplar sacrificado para su posterior uso en investigación, lo que por supuesto demanda mucho esfuerzo y tiempo de preparación.

 

AT: Teniendo en cuenta el contexto político y social por el que pasa nuestro país, ¿Cuál es el panorama actual de la mujer científica en Tucumán, Argentina y el mundo?.

SB: Me parece que el panorama de la mujer científica no escapa al de otros ámbitos, en donde las mujeres al igual que los hombres contribuyen a sostener ese sistema científico tucumano, argentino y mundial, pero por ejemplo, no existe una distribución mas equilibrada entre hombres y mujeres en puestos de decisión. Es decir, me parece que la participación de la mujer en esos espacios de mayor jerarquía es inferior al que se esperaría si se tiene en cuenta la participación femenina en las actividades de la carrera científica, lo que da cuenta de la falta de equidad en las relaciones de genero en nuestro ámbito. El otro día leía un un articulo sobre una astrónoma que mencionaba que la humanidad había reconocido a casi 1600 personas dándole su nombre a cráteres de la Luna y que sólo 28 llevaban nombres de mujer, me pareció bastante simbólica esa anécdota.

 

AT: Si bien hay que pensar el devenir como un constante mejoramiento que nunca para ¿Qué temas o problemáticas crees que sean fundamentales para ser discutidos o mejorados en cuestiones de género en la ciencia de cara al futuro?

SB: Bueno, queda todavía mucho por recorrer para terminar con la discriminación y los obstáculos encontrados por las mujeres en el desarrollo profesional: como por ejemplo, a diferencia de los hombres, la jornada laboral es doble, es decir, como ocurre en otros ámbitos, nuestra jornada no termina luego de ocho horas en la oficina. Si bien hay casos de compañeras con otra situación, es una observación general no sólo en base a mi experiencia sino también la de otras colegas, y la diferencia con mis colegas varones es clara. Por otro lado, también quisiera mencionar en cuanto a temas a ser discutidos o mejorados en nuestro ámbito de trabajo en ciencia (y que nuevamente no escapa a la situación laboral en otros ámbitos) es algo que quizás no es tan advertido ni acreditado y me refiero a lo relacionado con la violencia “no física” sino verbal es decir conductas que afectan la dignidad de las personas afectadas (ej, descalificación, humillación, descrédito público, hostigamiento) y que desde mi punto de vista degradan el ambiente laboral y tiene mucho de componente de género, ya que en general hemos sido mujeres las afectadas (y con esto no quiero que decir que sean solo hombres los agresores / machistas). Por esto, el mejoramiento de estas problemáticas como planteas vos me parece que posiblemente impliquen cambios mayores sociales y de valores que se dirijan hacia una mayor relación de equidad entre hombres y mujeres, pero que necesitan de la aplicación concreta de sanciones y políticas preventivas para evitar estas situaciones en los ámbitos de trabajo.

 

AT: Siendo parte de la Unidad Ejecutora Lillo, ¿cómo ves el desarrollo profesional dentro de nuestra unidad ejecutora y el papel de los jóvenes en formación para el aporte a la ciencia tucumana? (y del país). Dicho sea de paso, ¿podrías también contarnos tu experiencia en la formación de recursos humanos?

SB: La creación de la UEL ha sido un proceso muy positivo desde mi punto de vista, principalmente al nuclear profesionales y estudiantes que de alguna manera estábamos mas dispersos o en diferentes ámbitos antes de su creación. Si bien todos compartíamos la cercanía en cuanto a nuestros temas de investigación, ahora estamos más integrados formando parte de una Unidad Ejecutora que fomenta la investigación en sistemática y biología evolutiva, y por lo tanto me parece que es un espacio de formación y crecimiento profesional muy oportuno para estudiantes interesados en esta temática. Actualmente estoy dirigiendo a dos estudiantes que se encuentran trabajando en proyectos sobre aves fósiles y actuales: Macarena Moreno Ruiz Holgado (Beca Doctoral UE2016) en filogenia de Tinamidae (perdices) y Jaime Morales (Beca Inicial PICT 1522), que acaba de comenzar su proyecto sobre aves fósiles del NOA.

 

AT: muchas gracias de nuevo por haber participado en Entrevistas-UEL y te deseamos muchos exitos en tu vida personal y profesional.

Nota: muchísimas gracias a Macarena M. Ruiz H. por la enorme colaboración en la formulación de preguntas y guion de la entrevista.