Especialista de la Fundación Miguel Lillo asesora en Egipto para el cultivo de la quinoa
Especialista de la Fundación Miguel Lillo asesora en Egipto para el cultivo de la quinoa

“En las experiencias con quinoa que vamos a ensayar en Egipto se ha tomado en cuenta que esta especie es multipropósito, es decir, que puede utilizarse para varios fines: como fuente de proteínas, aminoácidos y minerales presente en los granos para la alimentación humana, como una especie de nueva verdura a partir de tallos y hojas jóvenes de no más de 40 a 60 días e incluso para alimentación animal utilizando las ramas y tallos secos que quedan después de la cosecha del grano”, sentenció el Dr. González desde El Cairo, en donde se encuentra colaborando en un proyecto de instalación de cultivo de quinoa como alternativa alimenticia.
La salinización de los suelos, la falta de agua y el cambio climático son los nuevos fenómenos a los que se deben enfrentar la agricultura y los sistemas productivos en general en muchos países del mundo, entre ellos Egipto. “En efecto, el gobierno de Egipto se ha interesado en este cultivo y solicitó la colaboración y asistencia técnica a la embajada Argentina en El Cairo para capacitar tanto a investigadores técnicos y agricultores. La Cancillería Argentina me convocó para este proyecto, que forma parte del proyecto denominado Fondo Argentino de Cooperación Sur Sur y Triangular, FO.AR, por medio del cual la Argentina promueve iniciativas conjuntas de cooperación técnica con otros países mediante mecanismos de colaboración y apoyo mutuo”, indicó González.
Conforme especificó, desde la Fundación vienen estudiando esta especie desde 1990 y desde entonces mantienen un proyecto permanente de investigación, lo cual los ha colocado como referentes a nivel mundial en el conocimiento biológico y fisiológico de quinoa. “El objetivo de este proyecto es diversificar los cultivos tradicionales que ya se realizan en Egipto sin utilizar las tierras que ya se hallan ocupadas. El área cultivable en Egipto es de aproximadamente el 5 % de la superficie el país y se halla en general circunscripta a las zonas vecinas al Río Nilo. Esto obligó a las autoridades a buscar el uso de otras especies cultivables como la quinoa para áreas que hoy se consideran salinas”, detalló.
Al momento existen varios lugares alternativos para el cultivo de la quinoa en Egipto – agregó González- como ser Sinai norte, zonas entre El Cairo y Alejandría y en especial en la zona del oasis Al Fayoum. Además se están realizando experiencias en laboratorio e inveráculos. “Con este proyecto vamos a estudiar otras zonas en base a análisis de suelos y mapas de salinidad. Las primeras experiencias de campo han demostrado que la quinoa puede crecer en lugares salinos y puede completar su ciclo y producir granos de valor comercial. Todos estos estudios se complementaran con tesis, pasantías y jornadas de capacitación y divulgación para investigadores, alumnos y productores interesados”, concluyó el especialista.