(Priodontes maximus)
El cuerpo es bastante móvil gracias a que el caparazón presenta numerosas bandas móviles. Su sentido más desarrollado es el olfato. Son solitarios, nocturnos, con hábitos subterráneos y solo se juntan en la época de apareamiento. La hembra pare entre una y dos crías en una cámara subterránea cavada por ella misma. La entrada de la cueva suele estar ubicada en la base de un hormiguero.
Son capaces de mantener el equilibrio sobre sus patas traseras apoyándose en la cola, lo que les permite alcanzar los altos montículos de termitas, y amenazar a depredadores, en caso de persecución, o al encontrarse acorralado, intenta huir cavando, o se aferra firmemente al sustrato con sus garras.
La alimentación del Tatú Carreta es fundamentalmente insectívora, consumiendo hormigas y termitas. Su dieta incluye también miel de abejas que nidifican en el suelo, arañas, serpientes, otros insectos y carroña.
En Sudamérica habita en selvas tropicales y subtropicales, sabanas arboladas o planicies de inundación. En Argentina prefiere los montes secos del Chaco. La presencia de colonias de hormigas y termitas (u otros insectos subterráneos) parece ser un condicionante importante del hábitat.
Se encuentra en Argentina en peligro de extinción. Es una especie muy escasa ya que tiene baja capacidad reproductiva y hábitos alimenticios muy especializados